Uno de los principales enemigos del gobierno de Estados Unidos, Rafael Caro Quintero, no sólo está preso y con pie y medio en ese país donde enfrenta cargos por el asesinato del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, sino que ahora está a punto de perder parte de la fortuna inmobiliaria que amasó cuando fue líder del Cártel de Guadalajara.
Por primera vez en la historia, Washington consiguió que un juzgado mexicano accediera a confiscar a favor del gobierno estadunidense varias propiedades del Capo de Capos, como parte de una acción de extinción de dominio; ahora las propiedades pasarán a ser parte del Departamento de Justicia norteamericano.
Se trata de cinco fincas señaladas por un juez federal del Distrito Este de Nueva York, localizadas en los municipios de Zapopan y Guadalajara. El primer domicilio se ubica en la calle Paseo de Los Virreyes, número 4283, lote 21, Manzana 41, en el Fraccionamiento Villa Universidad, en Zapopan. La segunda casa fue construida en la calle Luigi Pirandello 5397, lote 29-B, Manzana 145, en el Fraccionamiento Vallarta Universidad, en Zapopan. La tercera y cuarta propiedad son dos departamentos de lujo ubicados en la calle Sagitario 5289, Interior 8 y 9, condominio Sagitario, en el Fraccionamiento Arboledas, en Zapopan.
El último es un local comercial en la Avenida Melchor Ocampo bode 468, Local 21, en el Mercado de Abastos Norte, mercado del Campesino.
Hasta el momento, se desconoce el valor de cada una de las propiedades, las cuales se ubican en zonas de alta plusvalía de la zona metropolitana de Guadalajara.
En la acción civil, presentada por fiscales de Estados Unidos, se solicitó que en total ocho propiedades de Caro Quintero, todas en Guadalajara, fueran entregadas al gobierno estadunidense por ser derivadas de actividades ilícitas, particularmente la venta de drogas en territorio de Estados Unidos.
“Autoridades judiciales supieron a través de varias fuentes, incluyendo testigos colaboradores y fuentes que interactuaron directamente con Rafael Caro Quintero y su familia, que Caro Quintero usaba las ganancias de la venta ilegal de drogas para comprar propiedades dentro y cerca de Guadalajara, México”, se lee en el documento judicial al que tuvo acceso MILENIO.
Además, una declaración jurada a la que tuvieron acceso los fiscales, y que proporcionó el propio Caro Quintero cuando estuvo preso en el Reclusorio Norte en México en 1985, reveló que adquiría estas propiedades para ponerlas a nombre de sus familiares y así evitar que fueran confiscadas:
“Caro Quintero admitió que aproximadamente desde 1978 estuvo involucrado en el tráfico de drogas. Que con el efectivo de las ganancias de su actividad ilegal compró propiedades a nombre de otros, como su madre, esposa, ex esposa, hijos y amigos.”
Según un testigo protegido, Caro Quintero tuvo al menos 30 propiedades bajo el nombre de alguien más, y otra fuente confidencial confirmó que así El Capo de Capos buscaba prevenirse de algún decomiso: “de acuerdo con la fuente confidencial, múltiples propiedades estaban a nombre de sus hijos y entonces esposa, María Elizabeth Helenes Lerma, para evitar que las autoridades mexicanas aseguraran las propiedades de Caro Quintero.”
El fiscal de los Estados Unidos del distrito este de Nueva York, Breon Peace, y Anne Milgram, titular de la Administración para el Control de Drogas, reconocieron a las autoridades mexicanas por este logro.
“Este decomiso envía un poderoso mensaje a los capos de la droga en México y en otros lugares de que no hay límites para enjuiciar a los malos y ubicar sus activos mal habidos dondequiera que estén en el mundo”, declaró el fiscal federal Peace.
El 25 de octubre del 2019, el gobierno norteamericano solicitó formalmente a la Fiscalía General de la República la asistencia jurídica para decomisar las propiedades del narcotraficante.
Fue hasta finales del mes de octubre del 2022, que el Juzgado Sexto de Distrito en Materia de Extinción de Dominio notificó a Héctor Rafael Caro Elenes, Roxana Elizabeth Caro Elenes, Henoch Emilio Caro Elenes, Mario Yibrán Caro Elenes y María Elizabeth Elenes Lerma, del fallo en su contra, con el cual se ejercía la extinción de dominio sobre dichas propiedades.
Rafael Caro Quintero fue detenido en Sinaloa el pasado 15 de julio del 2022, tras quedar en libertad en 2013 por fallas en el debido proceso, y luego de enviar una carta al entonces Presidente de México, Enrique Peña Nieto, clamando por su libertad, bajo el argumento de que: “Ya había pagado el delito que cometió en contra de la sociedad”.
El narcotraficante pasó 28 años en prisión de una sentencia dictada en su contra de 40 años por el asesinado del Agente de la DEA, Enrique Camarena y del Piloto Alfredo Zavala, en 1985.
Actualmente permanece recluido en el penal del Altiplano a la espera de ser extraditado a Estados Unidos donde enfrenta 14 cargos por narcotráfico, tortura y homicidio.
Sin embargo, en todo momento ha negado su participación en el crimen en contra del agente de la DEA, Enrique Camarena y del Piloto Alfredo Zavala.
El Cártel de Guadalajara fue fundado por los narcotraficantes Rafael Caro Quintero, El Narco de Narcos, Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto.
Se dice que la muerte del funcionario norteamericano fue en venganza por el hallazgo y destrucción de un plantío de al menos 10 mil toneladas de marihuana que cultivó el Cártel de Guadalajara en un rancho de Chihuahua.
Las familias del agente de la DEA, Enrique Camarena y del Piloto de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulico, Alfredo Zavala, se encuentran a la espera de ser indemnizadas por el crimen. Actualmente se libra en tribunales una lucha por un pago como reparación del daño por al menos 20 millones de pesos.