NOGALES, Sonora. – Excepto una veintena de migrantes cubanos, venezolanos y haitianos que se encontraban al inicio de la fila -porque ya estaban citados a través de la aplicación del CBP One-, ayer antes del mediodía se contabilizaron poco más de 200 personas en la línea peatonal de la garita Dennis DeConcini. Un día anterior fueron alrededor de 150.
Algunos más circulaban en la periferia de la garita, realizando alguna otra actividad, dejando su lugar “apartado” a los que han conocido durante la espera, ya sea para ir a los baños de locales cercanos o a un banco porque algún familiar les envió un dinero mientras hacen fila, comentaron.
Integrantes de una familia cubana, que se encontraba al frente de la fila, justo a la puerta de entrada, coincidieron que estaban muy contentos porque llegaron anoche y durmieron en un hotel después de haber recibido la cita en Hermosillo, para estar temprano en la entrevista.
En el pasillo de acceso por doquier se observaban niños inquietos, contabilizando al menos 50 de ellos, de diversas familias sentadas en las orillas del piso cuidando que no se retiraran lejos.
Otros pequeños pedían agua porque estaba haciendo calor y unos más jugueteaban entre sí o se daban vueltas en el piso, como ajenos a la realidad que están viviendo.
Otros migrantes, tanto mexicanos (en su mayoría) como extranjeros, que viajan en familia, dijeron que están haciendo fila, desde el pasado lunes, y se sienten muy esperanzados de que les permitan pasar toda vez que han visto que algunas ya lo hicieron.
FOTO: MARCO MANRÍQUEZ
Información de el imparcial