La decomisación ocurrió cerca de una casa de campo en el condado de Hudspeth cuando los agentes acudieron por actividades sospechosas.
Según informes cuatro personas dejaron estas abandonadas y después huyeron a México cuando los agentes comenzaban a llegar.
Al inspeccionar el área estos no encontraron a nadie y la dieron como despejada.
Al verificar el sistema se reveló que uno de los fusiles AR-15 había sido reportado como robado a las afueras de Dallas por lo que fueron entregados al condado.