El juez William G. Young del Tribunal Superior de Distrito de Estados Unidos dictaminó 25 años de prisión y otros cinco de libertad supervisada contra Fermín Castillo, por los delitos de tráfico de drogas y lavado de dinero.
Los delitos en cuestión iniciaron durante la pandemia por COVID-19, pues en julio de 2020, policías de Massachusetts asignados a la Administración para el Control de Drogas (DEA) desplegaron operativos para inhibir la venta de drogas en calles del estado.
En ello identificaron una red de narcotráfico y blanqueo de capitales, con grandes cantidades de fentanilo involucradas y encontraron a Castillo como el líder de la agrupación que coordinaba los envíos de fentanilo a Massachusetts en nombre de una organización de narcotraficantes con sede en México.
El fiscal federal Joshua S. Levy reveló que Castillo estaba cerca de la cúspide de una red de distribución de drogas a gran escala que estaba vinculada al Cártel de Sinaloa.
El ahora sentenciado residía en territorio mexicano pero tenía constante contacto con narcotraficantes en EE.UU. por medio de mensajes cifrados.
Fermín fue a Estados Unidos para supervisar la entrega del fentanilo y después «blanqueaba» las ganancias para enviarlas hacia México.
Castillo organizó la entrega de más de 966 mil dólares obtenidos por la venta de fentanilo. Debido a ello, fue acusado formalmente el 15 de abril de 2021 por conspiración para distribuir más de 400 gramos del opioide y cometer blanqueo de capitales.