Por su trascendencia, por el tiempo que se escogió para presentarlas, por la composición
de las cámaras legislativas, etc. mucho se ha dicho y se ha escrito sobre las 20 reformas
constitucionales y legales que presento el titular del poder ejecutivo federal el 5 de febrero del
presente año, se seguirá diciendo y escribiendo todavía mucho más; el presidente de la república
selecciono el momento preciso para presentarlas, para algunos otros actores políticos del país
raya en un oportunismo partidista el tiempo escogido, estas reformas tienen varias aristas pero
tratemos de ver en lo general a que se van a enfrentar; el titular del poder ejecutivo acepto
abiertamente en la mañanera del 6 de febrero que el tiempo de presentar las iniciativas fue
porque es época de elecciones, sin rubor político algún acepta implícitamente que está jugando
con los tiempos electorales.
Es de sobra conocido que el partido en el poder aún con sus aliados no les alcanza la
mayoría legislativa calificada para poder impulsar y aprobar en su caso, sendas reformas
constitucionales, la otra alianza casi en automático desaprobará la gran mayoría de las iniciativas,
pero a sabiendas de ello el mariscal de las campañas morenistas se atrevió a enviarlas, para que
sean rechazadas por la oposición (aun perdiendo gana, lo veremos más adelante). Ciertamente
el partido en el poder estará esperando el éxito de su plan C que es obtener el 2 de junio la tan
anhelada mayoría calificada y así tendrán el mes de septiembre para volver a impulsar las
reformas de referencia, aprobarlas y en su caso si les alcanza el tiempo promulgarlas;
prácticamente el ejecutivo federal con este paquete le está dictando y mandatando a su candidata
Claudia Sheinbaum el guion a seguir durante la campaña constitucional de tal manera que tendrá
poco margen de maniobra política la candidata para poder construir una narrativa propia, y aún
peor estas reformas se habrán de convertir de ganar la candidata de Morena en su plataforma de
lanzamiento del programa de gobierno que eventualmente encabezará, con ello el actual titular
del poder ejecutivo federal está imponiendo una agenda metaconstitucional que habrá de regir a
pesar de que su tiempo legal como presidente habrá terminado el 1 de octubre del 2024.
Fuerza y Corazón por México, esta alianza, aunque para muchos mexicanos se ve débil en
cuanto a los liderazgos de las dirigencias nacionales, no tienen otra alternativa que oponerse a
las reformas casi en paquete, salvo la que tiene que ver con el incremento de las pensiones al
100% de lo que perciban los trabajadores al momento de retirarse, ya que nadie puede estar en
desacuerdo con este avance en los derechos de quienes se jubilan, pero hecha esta excepción
esta alianza abra de librar una batalla legislativa en comisiones y no se diga en el pleno de ambas
cámaras, la de diputados y la de senadores.
Dentro de lo que podemos rescatar de lo más importante de estas iniciativas están la del
poder judicial, esta reforma pretende someter al escrutinio de las urnas a jueces de distrito,
magistrados y ministros de la suprema corte para que sean electos por voto popular y que los
candidatos salgan 10 de una propuesta del poder ejecutivo y 10 del poder legislativo, 5 de la
cámara de diputados y 5 de la cámara de senadores, de aprobarse tal cual, el poder judicial
tendría un origen con una alta carga ideológica lo que rompería de tajo con la independencia y
con la capacidad jurídica de quienes busquen estos puestos, queda claro que bajo esta iniciativa
subyace un sometimiento en el futuro de un poder frente a otro, esta es una fórmula que casi
ningún país en el mundo ha probado, ya que la carrera judicial requiere de una alta
especialización, pero también requiere de ir generando toda una experiencia desde juez hasta
ministro, pero, el actual presidente de la república ha tomado como estandarte político que el
poder judicial “está podrido” y que aparte le juegan las contras al poder ejecutivo y al pueblo
bueno y sabio, generando toda una narrativa de animadversión contra el poder judicial.
La desaparición y/o modificación de órganos autónomos es otro de los
despropósitos de estas iniciativas, porque lo que se pretende que todas estas funciones se
centralicen en el poder ejecutivo, de entrada se rompe con el principio de autonomía por el que
fueron construidos estos órganos, que por su propia naturaleza no deben estar sujetos a ningún
otro poder, para garantizar a la ciudadanía un actuar imparcial, cuando un ciudadano acude a
ellos porque considera que algún ente del gobierno está vulnerando alguno de sus derechos;
entre los que se encuentran en esta reforma están: Cofece, INH, IFT, Coneval, INAI, CRE, etc.
mención aparte merece el demerito que se pretende del INE para convertirlo en INEC.
El presidente generará toda una narrativa electoral cuando no le sean aprobadas, por un
lado, dirá que la oposición no quiere al pueblo bueno y sabio y por otro le pedirá al electorado le
otorguen a su partido Morena las mayorías calificadas de ambas cámaras, es decir su estrategia
es la “de ganar, ganar”. Contrarrestar esté discurso está en manos de la otra alianza, que debe
sacar capacidad e inteligencia y afrontar este magno reto del 2024.
Frase para reflexionar:
“Pero la vida política no puede hacerse sino donde hay libertad y donde impera una
constitución.”
LEANDRO ALEM abogado y político argentino (1842-1896)