Leobardo García Corrales, era buscado por las autoridades de Estados Unidos acusado de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos.
Incluso ofrecían una cuantiosa recompensa de cuatro millones de dólares por su captura, debido a que lo relacionan directamente con la importación de fentanilo a los Estados Unidos.
Tras una serie de investigaciones de tuvo conocimiento del paradero de “El Leo”, quien fue ubicado en la alcaldía Tlalpan, le marcaron el alto en un operativo y al corroborar su identidad llevaron a cabo la detención.
García Corrales cuenta con una orden de extradición a Estados Unidos, después de informarle el motivo de su detención, se le leyeron sus derechos de ley y fue presentado ante el agente del Ministerio Público correspondiente para determinar su situación legal.