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ÉxodoJuárez

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 Para sembrar futuros UACJ

Abr 21, 2025

Por las escalinatas del Instituto de Ingeniería y Tecnología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juarez (IIT-UACJ) caminan con timidez y curiosidad, decenas de niños de la primaria José Jesús Álvarez Pasillas. Algunos estiran el cuello como si quisieran mirar el futuro. Otros solo sonríen.

Están de visita en la universidad gracias al programa Peraj, palabra hebrea que significa “flor”, pero que en México ha florecido como un puente de acompañamiento entre estudiantes universitarios y niños de comunidades marginadas. Aquí, en Ciudad Juárez, lo opera la UACJ desde hace 17 años.

“Hoy es una de las visitas que realizamos como parte del programa”, explica el maestro Arturo Herrera Robles, subdirector de Responsabilidad Social Universitaria. “Los niños pueden tocar, reconocer algunas de las cosas que se realizan aquí en este instituto… para que en un futuro ellos puedan abrir su camino, trazando un proyecto de vida basado en una profesión”.

Este viernes el corazón del IIT latió con mayor fuerza. Marianggy Gómez Ávila, coordinadora de la Licenciatura en Ingeniería en Geociencias, es una de las anfitrionas de esta jornada de descubrimiento. En su estación, los pequeños juegan con un jenga geológico, cuyas piezas de colores se acomodan según el tiempo de la Tierra. En otro módulo pintan el universo, planetas, fósiles invertebrados. En el tercero, modelan dinosaurios con plastilina. “Se llevan la figura y con ella un pedacito de ciencia”, dice Marianggy.

La ciencia aquí es lúdica, accesible. En el área de Mecatrónica, Miguel Ángel García Terán, de la coordinación de esta ingeniería, guía a los pequeños entre robots DOBOT, seguidores de línea y SUMO.

“Estos robots pueden programarse con lenguaje gráfico, lo que facilita mucho su uso. Con ellos se emulan procesos de producción reales”, explica. La meta: despertar vocaciones, mostrar que la tecnología no es cosa de otros, sino que puede ser parte de sus vidas.

Gael Ortiz Villalobos, de once años, es uno de los visitantes. Al principio era muy callado, pero Peraj lo ha hecho más abierto. “Hacemos dibujos en cartulina, platicamos con los mentores, hablamos de la vida”, cuenta. 

Arturo Atondo Velázquez, estudiante de noveno semestre de Ingeniería en Sistemas es uno de los mentores. “Descubrí Peraj buscando liberar mi servicio social, pero encontré mucho más”, confiesa. “Te ayuda a desarrollarte personalmente y a apoyar a alguien más a crecer y confiar en que puede tener un futuro próspero”.

Arturo tiene a su cargo a Christopher, también de once años. “Trabajamos en actividades dinámicas, lo ayudamos con tareas y si tiene algún problema, también lo apoyamos en lo emocional”, dice. 

Lo que más le ha dejado esta experiencia, comenta, es empatía. 

“Te pone en los zapatos de alguien que tal vez no tiene las mismas posibilidades que tú. Y ves también cuánta inocencia queda todavía en la niñez, pese a la influencia de redes sociales o lo que viven en casa”.

El mensaje que Arturo repite a Christopher lo resume todo:

“Que persiga sus sueños, que nunca deje de creer en sí mismo y que no abandone los estudios”.

Junto a Arturo, otros mentores como Claudia y Abel, estudiantes de Psicología, acompañan a los niños en los talleres. Lo hacen con una mezcla de paciencia y alegría contagiosa. Aquí no hay jerarquías, solo complicidad.

Desde su creación en 1974 por científicos del Weizmann Institute of Science en Israel, el programa Peraj ha cruzado fronteras. En México, y particularmente en la UACJ, ha echado raíces en colonias donde la pobreza o la violencia suelen cortar de tajo los sueños. Hoy, sin embargo, entre laboratorios y risas, se siembra una semilla distinta.

“Queremos que estos niños tengan cercanía con la ciencia”, dice el doctor Herrera Robles. Y lo logran. Uno a uno, los niños se van de la UACJ con un fósil en la mochila, un robot en la memoria… y una nueva idea sobre lo que pueden llegar a ser.

Porque, como bien lo intuye Gael, el futuro también se pinta con crayones.

Las imágenes que aparecen en este artículo fueron publicadas con autorización de la Escuela Primaria José Jesús Álvarez Pasillas