Centrándose en la química orgánica sintética y física, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) celebró su tradicional Cátedra Patrimonial Douglas Osheroff, en el teatro Gracia Pasquel del Centro Cultural Universitario (CCU).
En esta ocasión se tuvo como invitado al doctor Bernard Lucas Feringa, del Instituto Stratingh de Química en la Universidad de Groningen, quien es Premio Nobel de Química 2016 de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, por el diseño y producción de máquinas moleculares.
El originario de Barger-Compascuum, Holanda, destacado junto a sus colegas Jean-Pierre Sauvage, de Francia y Fraser Stoddart, de Reino Unido, por el desarrollo de moléculas con movimientos controlables, que pueden llevar a cabo tareas cuando se les proporciona energía, impartió a la comunidad universitaria El arte de construir pequeño (The art of building small).
Lucas Feringa, catalogado como el sexto investigador que recibe ayuda del Consejo Europeo de Investigación, en 2008 y 2015 (ECR, por sus siglas en inglés), demostró cómo la miniaturización de la tecnología puede conducir a una revolución, pues habló de tres temas empleando moléculas orgánicas sintéticas.
Mencionó que el primero se trata del desarrollo de materiales que responden a estímulos externos; el segundo, la fotofarmacología que consiste en emplear compuestos los cuales pueden liberar fármacos mediante luz de tal manera que se pueden tener altas concentraciones del principio activo únicamente en la zona donde se estimula con luz; y por último los motores moleculares, los cuales se basan en la rotación unidireccional de una molécula debido a la isomerización de dobles enlaces y la inversión de la quiralidad a nivel molecular.
La ceremonia estuvo encabezada por el maestro Juan Ignacio Camargo Nassar, rector de la UACJ; el doctor Daniel Constandse Cortez, secretario general de esta Universidad; y el doctor Juan Francisco Hernández Paz director del Instituto de Ingeniería y Tecnología (IIT).
El maestro Camargo Nassar resaltó que, para la UACJ, la instauración de cátedras patrimoniales representa una de las acciones académicas más tradicionales con las que cuenta esta casa de estudio para el fortalecimiento de lazos de cooperación entre instituciones mediante la ciencia.
“Con ellas (las cátedras) se conoce la trayectoria de destacados académicos, no solo locales, sino del mundo como es el caso de la Douglas Osheroff, que refrenda el reconocimiento a la vida académica de uno de los científicos más destacados de las últimas décadas, tras ser el físico estadounidense en obtener el Premio Nobel de Física en 1996 por el descubrimiento en la fluidez en helio-3”, comentó el rector Camargo Nassar.